Toda antología quiere ser a la vez representativa y estimulante. Las piezas elegidas pretenden representar lo mejor, o lo más importante, o lo más significativo de la producción de un continente, de un país, de una época o de un autor. Y estimular al lector: que la pequeña muestra lo inquiete de modo tal que emprenda una búsqueda más amplia de las obras de aquellos que lo apasionaron.
Esta antología se ha propuesto las dos cosas, pero más que ilustrar, abarcar o informar quisiera seducir.
«Preferiría no hacerlo repetí yo como si fuera su eco, levantándome muy alterado y cruzando la habitación de una zancada. ¿qué quiere decir?»
Considerada una obra maestra de la narración corta, Bartleby, el escribiente constituye una pieza anticipatoria de la literatura existencialista y del absurdo.
El defensor es una colección de cinco ensayos escritos durante su exilio puertorriqueño, entre 1942 y 1946. Tienen en común «la preocupación por el riesgo en que se ven hoy día algunas formas tradicionales de la vida del espíritu». En concreto, estos ensayos son una defensa de la carta y de la correspondencia epistolar como manifestación de recogimiento y meditación, de la lectura fértil y reposada, de la capacidad creadora de las minorías literarias, de los viejos analfabetos frente a los neoanalfabetos que han renunciado por voluntad propia, parcial o totalmente, a su capacidad de lectura; finalmente, del lenguaje, instrumento prodigioso para la expresión del propio ser y la convivencia con el prójimo.
Estas tres novelas cortas de Cervantes, El licenciado Vidriera, La gitanilla preciosa y Rinconete y Cortadillo recogen las temáticas principales de su obra literaria, eminentemente realista, como los son la locura, el amor, las aventuras y los personajes de extracción popular.