Entendemos como Otra microfinanza la inducción intencional de las prácticas financieras informales. En el modelo microfinanciero que usamos en este caso no se propone la bancarización, sino la modificación de mecanismos informales colectivos para impulsar grupos locales de autogestión que captan fondos de sus miembros (bien como ahorros o bien como inversión) y los usan para financiar directamente sus propias necesidades de crédito. Esto sin la intervención de capitales distintos a los del propio grupo.