Hablemos de música

La música es parte de la herencia cultural de todos y existe para un público que está formado por oyentes no profesionales de la música. Por eso, la clase de preparación que necesita tal oyente es bien distinta de la del músico profesional. El objetivo de esta preparación debe ser la presentación de la música al oyente en forma tal que sea capaz de oirla conscientemente.
Pero de poco serviría todo lo que se pudiera decir acerca de la música si el oyente no tuviera un contacto directo con ella. Esta es la razón por la cual cada una de nuestras Unidades traerá una copiosa serie de ejemplos sonoros. Mas es de esperar que el oyente buscará oportunidades para oir más música…. Para ello le servirán las presentaciones en salas de concierto, las funciones de ópera, la audición de discos como también los programas de música culta ofrecidos por la televisión y las emisoras radiofónicas dedicadas a la difusión de la cultura.
Será requisito indispensable para reconocer y analizar las intenciones contenidas en la música que el oyente adquiera cierta habilidad para percibir en qué forma se producen los sonidos musicales. Deberá despertar en primer lugar su capacidad auditiva, su capacidad perceptiva.
Destinada al sentido del oído, la música requiere para ser “entendida” que se escuche con atención, con mucha atención para que se perciba el mensaje musical en su totalidad. Muchas personas han confesado no poder disfrutar de la audición de la música porque mientras oyen música no tienen en qué pensar que se refiera a la música que están oyendo. En esto consiste que tantas personas digan “no entiendo esa música”
… Si logramos poner a nuestros oyentes
en condición de escuchar con agrado e inteligencia toda clase de buena música, se habrá cumplido nuestro objetivo que no es otro que el de formar oyentes conscientes y despiertos, como
aporte a la difusión de la cultura musical.