Antonio de Solís: cronista indiano. Estudio sobre las formas historiográficas del barroco

Entre las peculiaridades del siglo XVII español, centuria de fracasos, fatigas y sombrías desventuras, cuenta por modo a la vez advertidor y significativo, la configuración de una manera de concebir el curso de la historia y manifestarla literariamente que recibió de las sustancias espirituales del barroco su razón de ser, forma y destino. Acató ejemplarmente su preceptiva Don Antonio de Solís y Rivadaneyra, poeta y dramaturgo cortesano que, en prenda de sus dotes y finezas, alcanzó, entre otros regios favores, el cargo de cronista mayor de indias. Lo sirvió durante veinticinco años, y dos antes de morir, superando lo que él mismo en buen humor reconociera como sus “negligencias historiales”, dio a las prensas la historia de la conquista de méxico, obra con la que emparejó, por entonces, su fama de poeta con la de pensador juicioso y prosista magistral.