Combatientes rebeldes y terroristas. Guerra y derecho en Colombia

A pesar de las crisis profundas, de los retrocesos y de las suspensiones eventuales que puedan aquejar a las conversaciones entre el gobierno y los grupos guerrilleros, el estado y la insurgencia parecen abocados, en nuestro país, a la necesidad de insistir, una y otra vez, en una salida negociada al conflicto armado interno que desde hace más de tres décadas asola nuestra fragmentada y caotizada sociedad. En el caso colombiano, supuesta la suciedad recíproca de los comportamientos militares de uno y otro bando, una verdadera negociación debe pasar, necesariamente, por una mayor simetrización de las relaciones entre el estado y los insurgentes, a través del reconocimiento claro y expreso, a los guerrilleros, de su condición de delincuentes políticos, acreedores de un tratamiento privilegiado, a mitad de camino entre el estatuto jurídico del combatiente y el del rebelde.