Cómo amarse el uno al otro

El amor es realmente el desafío de las relaciones humanas.
Mucho, increíblemente mucho se ha escrito sobre el amor, siendo éste un tema ineludible de cualquier novela o película. El amor aparece siempre como uno de los motivos principales del comportamiento humano. El convencionalismo referido a la felicidad considera que todo final, si és verdaderamente un “happy end”, debe estar ligado a una promesa de amor eterno.
“Y fueron felices y comieron perdices”; el final de casi todos los cuentos de hadas que, como tales, nos presentan el mito del amor que difícilmente encontraremos en la vida real.
El amor siempre se ha tratado como algo instintivo de lo que no hace falta hablar. Nunca se ha sometido a un estudio exhaustivo para alcanzar su realización más perfecta.
Evidentemente, el amor es algo muy personal que no debe someterse a la matemática o a la física. Pero nos encontramos en una época en la que el divorcio y la separación matrimonial están en el orden del día y hay incluso quien se jacta de haberse divorciado “ya” varias veces, como si fuese algo realmente honroso y loable. El creciente número de matrimonios o, quizá más generalmente, de relaciones entre hombre y mujer que fracasan nos lleva a pensar si realmente somos conscientes de lo que hacemos al contraer las obligaciones de una vida juntos o si, simplemente, nos aventuramos en algo desconocido que, al principio, parece que durará mil años. Siempre hay algo que falla y no sabemos qué es. Cuando una relación fracasa, el hombre atribuye la culpa a la mujer, la mujer al hombre y los dos a que el destino no les ha deparado nada bueno. ¿qué pasa en realidad? ¿existe el amor eterno? ¿no pueden evitarse los fracasos? ¿es el amor algo que, en el fondo, no es del todo innato sino en parte impuesto por circunstancias sociales que no podemos dominar?
Leo Buscaglia se interna en el difícil mundo de las relaciones entre hombre y mujer en busca de una solución.