El atlas esmeralda

Los hermanos Kate, Michael y Emma han ido de orfanato en orfanato desde hace diez años. Aunque sus cuidadores se empeñan en encontrarles unos padres adoptivos, ellos están seguros que sus padres irán algún día a buscarles de nuevo. Pero antes de que eso pueda suceder, la señorita Crumley, directora del orfanato, ha encontrado a una persona que quiere adoptarlos a pesar de sus travesuras: el doctor Stanislaus Pym, de Cascadas de Cambridge, un lugar del cual nadie puede decirles nada y que no aparece en ningún mapa. Pero Cascadas de Cambridge existe, y no parece ser un lugar muy animado. Son los únicos niños del lugar. A parte de la señorita Sallow, Abraham y el misterioso doctor Pym, no hay nadie más. Eso sin mencionar los inquietantes lobos que habitan el bosque que rodea el pueblo.

En su primer día, los niños se pierden intentando encontrar la cocina y descubren un laboratorio secreto, repleto de libros, anotaciones, extraños aparatos metálicos y frascos con curiosos lagartos alados. Michael, con su naturaleza curiosa, encuentra un álbum de tapas verdes del lugar y guardó la fotografía que Abraham le había regalado para que vieran cómo era Cascadas de Cambridge antaño. Pero cuando ocurre, aparecen en el lugar retratado en la fotografía, en el pasado. Allí conocerán a la condesa y el motivo de porqué la población de Cascadas de Cambridge desapareció misteriosamente. Lo que empezó siendo el viaje a otro orfanato se convirtió en una aventura para salvar Cascadas de Cambridge de la condesa y sus tétricos «chirridos», unas criaturas que con sus gritos son capaces de paralizar de terror al más valiente.

Sin duda el punto fuerte de la novela son los personajes: los hermanos Kate, Michael y Emma, cada uno a su manera, nos harán encariñarnos con ellos, de la misma manera que admiraremos la codicia y la personalidad de la condesa. Aunque la novela presenta los tópicos más clásicos —el héroe huérfano, aunque en este caso son tres, el mentor anciano que los guía en su aventura, y el mal, encarnado por la condesa, que deben combatir— la historia nos hará olvidar esos pequeños detalles y podremos disfrutar con las aventuras de los hermanos P. —que así se apellidan, pues no recuerdan su nombre completo— en el presente y pasado de Cascadas de Cambridge.