El cadáver de los hombres invisibles

“Alape narra una sabiduría de la naturaleza y un lengua je de la vida cara a cara con la muerte. Su creación si se la mide como testimonio cultural de nuestro territorio; sus valoraciones y muchas frases podrían leerse paralelamente a ciertas valoraciones del libro del común de guatemala o a ciertos capitulos de los comentarios reales referidos al sol y sus hazañas y progenie. Su probablé universalidad, que para un escritor radica en la penetración de su intuición poética, le permite referirse al río de modo que nece sariamente debamos recordar algo muy peculiar de los libros del destino americano, que habla del “camino que anda” como “la cifra de todo movimiento y como la sangre del planeta; imágenes que distan mucho de las fulguraciones de la zozobra heraclitana comprobando las transformaciones. El río en la américa precolombina, así como la cavidad de los árboles en africa y en escandinavia, contienen virtudes regeneradoras y devuelven la vida”.
Augusto Pinilla