El libro de las tierra vírgenes

El núcleo esencial del libro de las tierras vírgenes está constituido por la historia de Mowgli, un “cachorro de hombre” que habiéndose perdido en la selva india es admitido en la sociedad de los animales y amamantado por una loba, y sujetándose a veces a las leyes de la jungla y otras superándolas, termina siendo el pequeño soberano elegido por aquel pueblo “libre” hasta que, ya crecido, se despierta en él la conciencia humana y siente un doloroso vacío. Esta obra de Rudyard Kipling, a través de la transparencia de los símbolos marca un punto de fusión entre el apólogo y la novela de aventuras, el cruce entre la inspiración clásica y el mundo poético de la literatura colonial. La vida de la jungla y los caracteres de su multiforme población han encontrado en Kipling pedagogo burlón, socarrón y un tanto filosofante un suscitador de visiones de imaginación fecunda. Sin mengua del acento poético, que en la narración siempre se mantiene en pie, el libro de las tierras virgenes rescata y nos revela el misterio de una tierra, ya por definición misteriosa, y a través del hilo conductor de las aventuras de un muchacho en medio de un mítico mundo animal, nos muestra, como dice Henry James, “la magia irresistible de los soles torridos, de los imperios sometidos, de las regiones salvajes y de las guarniciones inquietas”.