El mundo silencioso

La épica moderna ha encontrado un nuevo campo de actividades en los silenciosos abismos del mar. El capitán Cousteau, recientemente ascendido a comandante, es en verdad un hombre de dos mundos el de la superficie de la tierra, sede de la humanidad y, el de las profundidades submarinas en que ha penetrado millares de veces, revolucionando la historia de la exploración submarina
En 1943, en plena ocupacion alemana de francia, el capitán Cousteau de la Marina Francesa, consiguió llegar hasta una caleta de la costa provenzal, en la que se sumergió hasta veinte metros con un aparato de su invención: El primer aqualung o escafandra autónoma para la inmersión, que es un verdadero pulmón acuático. Desde aquel momento, el buzo de escafandra de cobre y pesados zapatos de plomo quedaba fuera de vigencia, arrinconado como una pieza inservible, pues con el aqualung a la espalda un hombre podía casi desnudo, moverse ágilmente y sin experimentar la menor molestia en profundidades que habían aplastado el casco de los submarinos de acero.
J. Y. Cousteau y su amigo e inseparable compañero Frédéric Dumas, autores de el mundo silencioso, son los primeros hombres que han tranqueado lo que Michelet definió como la “barrera entre dos mundos eternamente hostiles” En su maravilloso libro, escrito con una claridad y sencillez homérica, nos narran sus luchas y aventuras de pioneros del buceo de profundidad y nos abren las puertas de un mundo que hasta ahora sólo había sido entrevisto Es un mundo donde el hombre, liberado de la atávıca gravedad evoluciona sın peso, como un angel o un puro espíritu, donde en una mezcla de sueño y portento “el gesto y el sueño son hermanos”, según la magnífica frase de Philippe Diolé. donde algunos objetos en vez de caer vuelan hacia la superficie, y la sangre de las heridas, a cierta profundidad, no es roja sino verde, y el hombre, presa de extraña embriaguez se siente como un Dios.