El peso de una vida: "La Viena de Freud" y otros ensayos autobiográficos

Bruno Bettelheim tenía muy presente lo que Freud había dicho: Quien emprende la escritura de una biografía se obliga a mentir, a disimular, a falsear… Y pensaba que las autobiografías no eran mejores, de modo que, al tratar de establecer un balance de su vida, muy poco antes de morir, decidió que, en lugar de contarla, era mejor reflejar su experiencia personal en este conjunto de ensayos autobiográficos.

El libro se inicia con La Viena de Freud», donde se muestra cómo en la época de Freud dominaba la atmósfera cultural de Viena una fascinación por la enfermedad mental y los problemas sexuales que se extendía a toda la sociedad, incluso a la corte imperial», y sigue con una serie de aproximaciones a Freud y al psicoanálisis que tratan de desvanecer errores comunes. La segunda parte, «Los niños y yo, nos refiere sus experiencias en los campos de la educación y de la rehabilitación de niños gravemente desequilibrados. La tercera, finalmente, representa el intento de un judío por asumir la destrucción del pueblo judío a manos de Hitler, sólo que, al establecer las causas del holocausto, no se contenta con inculpar a los demás, sino que muestra el daño que los propios Judíos se hicieron a sí mismos al aceptar el espíritu de gueto. Sus páginas finales, Liberarse de la mentalidad de gueto», pretenden sacar una lección que no sólo se propone a los judíos, sino a un mundo occidental blanco que está aislándose del resto de la humanidad, del Tercer Mundo, tras la muralla de su propio gueto, y que debe aprender a ensanchar el sentimiento de comunidad más allá de su propio grupo, si no quiere ver repetirse en af mismo la tragedia. Termina así, con un llamamiento a la esperanza, este a modo de testamento en que un gran hombre nos ofreció lo mejor de su vida y de su experiencia.