Genios de la humanidad. Louis Braille

Un edificio viejo, ubicado en una de las zonas más pobres y con las peores condiciones higiénicas de parís, fue el escenario de uno de los inventos más importantes en la historia de la humanidad. Allí permanecía Louis Braille un joven de tan sólo trece años de edad, que dedicaba todas las noches, mientras sus compañeros de habitación dormían, a perfeccionar un sistema que ayudaría a millones de invidentes de todo el mundo a leer y escribir.
En estas condiciones nació el Braille, el sencillo y eficaz método basado en un alfabeto en alto relieve, legible al tacto con las yemas de los dedos. Desde entonces, el destino de las personas limitadas por problemas de visión es otro: ya no son marginados y olvidados, pues ese muchacho que había perdido la vista diez años atrás en un desafortunado accidente, les ofrecía la posibilidad de comunicarse con el mundo de una manera particular.
Es por eso que éste, más que el relato de las hazañas de un muchacho ciego que no se resignó a mantenerse privado de una vida útil, es una historia de tenacidad que convierte a Braille en un genio de la humanidad.