Leyendas de Guatemala / El gran Galeoto

Perseguido, exiliado, censurado… Miguel Angel Asturias (1899-1974) vio publicadas sus Leyendas de Guatemala antes en Madrid y en Paris – traducido por Paul Valéry- que en su patria, donde un tal general Jorge Ubico -dictador hoy sólo recordable por su herencia de hambre, dolor y muerte- perdia el sueño por esos inmensos pájaros que barrian el cielo con plumas de fuego o ese rugido del tigre por cuyas fauces, en el corazón de la selva, bramaba cada aldea arrasada. El Premio Nobel confirmó en 1967 la excelencia de la narrativa latinoamericana más allá de las inquisiciones de turno y las modas del “boom” editorial.
Ingeniero, matemático, economista, politico, ministro de Obras Públicas, José Echegaray (1833-1916) se reconocía a sí mismo como hombre de teatro. Sus más de 60 piezas cosecharon el aplauso del público. En sus Recuerdos, él mismo desveló que concebía un final patético y luego, con minuciosidad de artesano, montaba las escenas previas, que fluían para detenerse unos pasos antes de incurrir en el melodrama. En 1904, la Academia sueca le confirió el Premio Nobel.