Malos presagios

En la Europa de la caída del muro de Berlín todo es posible. Incluso que el azar reúna a dos viudos, una polaca y un alemán, en un cementerio de Danzig el día de los Fieles Difuntos de 1989. De ese encuentro nace algo más que una historia de amor: la voluntad de conciliar dos países haciendo posible que los alemanes que huyeron o que fueron expulsados de Danzig encuentren el descanso eterno en su tierra natal, en el primer Cementerio de la Reconciliación. Pero, poco a poco, el bien social se convertirá en un negocio más, y mandarán otros intereses menos altruistas. Esta ácida parábola política es también una novela llena de ternura y pasión por la vida.