Oliver Twist

Con Oliver Twist Charles Dickens trató de oponerse a la idealización del delincuente común que hicieron los románticos, mostrando cómo nace la criminalidad y cómo darse a la mala vida no es el pasatiempo que aquellos escritores imaginan.
Oliver Twist, hijo de padres desconocidos, nacido en un refugio de mendigos, conoce primero el azote del guardián de la parroquia; luego huye a londres donde hace amistad con un muchacho que lo entrega a una banda de ladrones. Entre todos tratan de hacer de él un ladrón, de pervertir y arruinar al pobre trotamundos. Pese a que todo se confabula contra él y habrá de pasar por un sinfín de crueles experiencias en el marco alucinante de los bajos fondos londinenses, Oliver logra conservar, pese a todo, su primitivo y maravilloso candor, en el que Dickens veía el triunfo del bien sobre el mal.