Una mujer para el apocalipsis

Tres tiempos aparentemente distintos: siglo XIII, en consuegra y córdoba, fronteras de la reconquista; siglo XX, en el escorial, durante la guerra; siglo XXX o XL, en una tierra ya desierta. Pero una sola acción a través de los mismos personajes: Manuel y Blanca, ilustrando las peripecias del sino humano, transformando la sangre en espíritu y el amor profano en amor sagrado. La crudeza de la primera fase justifica la resurrección final. Todo es reconquista, hasta el último umbral. La pasión de los cuerpos, las violencias, las caídas, anuncian aquí el fuego purificador de las almas. Con los dos personajes, en una españa insospechada, el lector subirá hacia el vértice del punto omega.
“Un libro que dejará huella”, dijo la crítica francesa.