A juicio de Hans Heinz Stuckenschmidt, la amistad entre Arnold Schoenberg (1874-1951) y Wassily Kandinsky (1866-1944) es una de las más memorables constelaciones en el firmamento del siglo XX; y la abundante correspondencia cruzada entre ellos constituye un hito en la historia de la modernidad. Conviene recordar que ese epistolario se genera entre 1911-1914, época en la que Kandinsky abandona el camino de la figuración en la pintura y Schoenberg liquida la tonalidad tradicional.