El poder cambia de manos, narra la destrucción de Varsovia por el ejército alemán ante la impasible mirada del Ejército Rojo, en la otra orilla del Vístula, y las consecuencias inmediatas que siguen cuando, por fin, los rusos, se apoderan de toda Polonia. El dilema que se presentó al ejército clandestino polaco, atrapado entre alemanes y rusos, era cómo intentar defender la independencia de Polonia. Polonia, y Varsovia por tanto, estaban bajo la ocupación nazi, con los rusos voluntariamente detenidos ante el Vístula. El gobierno clandestino, dando por inevitable la derrota de Alemania, decidió que debían adelantarse a los rusos en la confianza de obtener el apoyo de los aliados pues, de lo contrario, aquellos se harían con el país.