Mittgard, un imperio en ruinas en escandinavia del siglo IV, está acosado por la anarquía y las disputas fratricidas en esta saga que utiliza una interpretación única de la historia occidental. En un intento por obtener el control del reino que se desvanece, varios nobles están dispuestos a hacer todo lo posible para adquirir poder. Es en medio de esta turbulencia que aparece Egon, un guerrero de sangre noble.