Gaspar de Montenegro es un joven acomodado que deambula sin rumbo y sin espíritu por las calles de madrid mientras su hermana se esfuerza por casarlo con una mujer de la «buena sociedad». Así, sumido en el amor y el desamor, seducido por el hechizo de la muerte, cuya melodía siempre parece acompañarlo, Gaspar toma una decisión que lo marcará definitivamente.
Emilia Pardo Bazán reivindicó un “naturalismo” autóctono, de carácter castizo y propio de la literatura española. “Los Pazos de Ulloa” es una muestra de esta convicción y su obra más destacada. Como otras novelas europeas del cambio de siglo, es la saga de una clase social en decadencia: la aristocracia rural gallega. Dramáticas escenas entre personajes trazados con fuerza, descripciones intensas de una estructura política corrupta, alternan con las evocaciones del campo. Novela regional, pero no regionalista, no se limita en sus implicaciones a una región elegida por su pintoresquismo, sino que se inspira en esa ambientación para hacernos una declaración universal de la época