Un agudo retrato de la definitiva decadencia del imperio francés durante la primera mitad de este siglo. Las peripecias de unos personajes tan excéntricos como apasionantes. Una prosa refinada y sensible a las pulsiones del alma. Una de las novelas de los más brillantes últimos tiempos. Premio Goncourt 1988.
Gabriel Orsenna, el narrador, nace en 1883 y bien podría ser padre del autor, Erik. Siente muy pronto una exótica vocación por la búsqueda del caucho que le obliga a recorrer medio mundo y, en particular Brasil, adonde, inducido por la poderosa personalidad de la abuela, parte a propagar las ideas positivistas de fin de siglo.