Bodas de sangre (1932), primera tragedia de Federico García Lorca, se desarrolla en el contexto de una boda cuya celebración concluirá con el enfrentamiento a muerte de dos familias. El conflicto, que recuerda las desventuras de Romeo y Julieta de Shakespeare, asume en esta obra una identidad propia dentro de la cultura andaluza.
Considerada por la mayoría de críticos como la mejor obra del autor, en Poeta en Nueva York llegan a su punto culminante los procedimientos formales lorquianos, que sirven de base a una radical protesta social y a una penetrante indagación metafísica.
Poeta mayúsculo en una generación de gigantes de la poesía, Federico García Lorca mantiene no sólo intactos, sino crecientes, el prestigio de sus versos y el encanto de su inspiración. Su gran coterráneo y amigo, el premio Nobel Rafael Alberti, dijo de él: “Era fascinante. Había magia, duende.
Escrita entre 1933 y 1934 y estrenada en madrid en diciembre de este último año, Yerma sintetiza la riqueza del universo lorquiano. Poesía, música, escenografía y plástica se conjugan en una obra que, a caballo entre la tradición y la innovación, representa una de las cimas del teatro español contemporáneo.