Si el lector entiende que una ciudad como Mompox no es producto de ángeles ni superhombres sino de esforzados artesanos españoles y mestizos, cuyas limitaciones y problemas eran tan de pie a tierra y tan apremiantes como los que hoy enfrentan los habitantes de una ciudad intermedia colombiana, aunque de diversa índole circunstancial, habrá captado uno de los puntos esenciales de este libro.