Un día de invierno, a las cinco de la tarde, Ricardo Gunn se encuentra en Piccadilly Circus. Tiene cuatro chelines en el bolsillo y un ejemplar del primer volumen del Quijote. No sabe si gastar sus últimas monedas en cortarse el pelo o en comer. Opta por lo primero y en la barbería entrevé al hombre que más detesta en el mundo. A través de las muchas aventuras que luego le suceden, lo acompaña el ejemplar del Quijote.