La prodigiosa aventura espiritual que el Dr. Robinson inició en Sincero para con Dios, culmina ahora, a lo largo de las páginas de este libro, en la inmensa apertura de una tensión creadora ina cabable, la misma tensión por la que el Dios biblico, y más aún el Dios cristiano, no fue me ramente el Dios de la creación y de la naturaleza, sino sobre todo el Dios de la historia. A la pre gunta: “El fin del teismo?”, con que entonces se formulaba el problema-una pregunta que pare cía abrir el abismo por donde iba a despeñarse el pensamiento y la vida de los hombres-, responde ahora el Dr. Robinson conduciéndonos, “más allá del Dios del teismo”, a una terra ignota, a una nueva “tierra de promisión”, que los hombres de hoy se aprestan a explorar y convertir en su patria futura.