De sobremesa está escrita como un diario. Es el diario del protagonista, quien lo lee a sus amigos como remate de una cena en la que hace las veces de anfitrión. La lectura ocurre en américa, pero la historia sucede en europa. Al cerrar el diario, concluye la novela. Lo central son las reflexiones de José Fernández, un artista, un dandy, sombra de Silva en los pliegues de la obra.