Concebida como una partida de ajedrez, donde cada elemento se convierte en una casilla y cada personaje en una pieza, en A través del espejo Alicia es un peón con aspiraciones de convertirse en reina. Como en Alicia en el país de las maravillas, en esta segunda entrega, hallamos, si cabe, aún más disparatadas aventuras, juegos de palabras y situaciones absurdas que presentan un mundo en el que nada es lo que parece o como debiera ser.
«He visto a menudo a un gato sin sonrisa pensó Alicia, ¡pero no una sonrisa sin gato! ¡es la cosa más curiosa que he visto en mi vida!»
Maestro del «nonsense», Lewis Carroll traspasó en estos textos el umbral que separa la realidad del sueño y se adentró en un territorio sin leyes ni normas donde todo es posible. Alicia, los estrambóticos personajes.