«Lejos de roma me ha hecho pensar en esperando a los bárbaros, la notable obra de Coetzee. Las dos son austeras, poéticas, y poseen una condición simbólica que el lector no tarda en adivinar. Se mueven en la frágil frontera entre lo concreto, susceptible de ser contado, y otra cosa, que jamás es enteramente dicha.