Al Joven escribidor limeño Sergio Vilela le sucedió algo importante con la cludad y los perros no pudo resistir la curiosidad, no se conformó con lo que estaba dentro de la novela e hizo lo que todo escritor latinoamericano blen nacido quiso hacer después de cerrar este libro: partió al Colegio Militar Leoncio Prado a Investigar.
En este, su primer y personalísimo libro, Vilela toma una novela fundacional y la reconstruye, pero no con los fríos y gastados instrumentos quirúrgicos de la academia, sino con la pasión de un fanático y desde el vasto territorio de la república del cariño, presentándonos a los seres de carne y hueso que alimentaron la mente de aquel joven Mario Vargas Llosa.