Nukuto tiene un trabajo atípico: es amo de casa. Desde que nació su hija, hace diez años, se encarga del hogar mientras su mujer, Ayuka, trabaja en la oficina. Pero ser amo de casa no es algo habitual y tiene que lidiar con los prejuicios de la sociedad e incluso de su propia familia. Aunque Nukuto es feliz, no puede evitar sentirse como un bicho raro cada vez que sale de casa.