Diálogos místicos

Jakob Boehme (1575-1624) fue un importante filósofo y gran místico alemán del siglo XVII que basó su poder especulativo en lo que él llamó “iluminación divina”, ilumina- ción secreta a partir de la cual llega al conocimiento del ser íntimo, de dios y a la raíz del misterio del universo.
Hijo de un labrador se estableció, muy de joven, como zapatero. No obstante su pobre educación muy pronto destacó por sus profundos conocimientos de la biblia y de las obras de Paracelso. A partir de 1612 empezó a escribir sus propias obras teosóficas, que por su amplitud, profundidad y conocimiento deberían influir notablemente en personajes tan variados como Newton, William Blake e incluso en el mismo pensamiento dialéctico de Hegel.
En esta obra, diálogos místicos, Boehme expone, a través de un diálogo entre maestro y discípulo, sus conocimientos esotéricos, místicos y alquímicos. Las antítesis amor dolor, bien mal, son resueltas de forma dialéctica, pues si el alma sufre ya tiene un motivo para amar a su propia sustancia y liberarla del dolor. Y el bien y el mal no son contrarios, sino que, como fue en un principio, el mal es el súbdito del bien. Así también el cielo y el infierno están dentro de cada persona, manifestándose uno u otro según se esté o no con dios.