El karma no perdona

Zoila Escobar de Camacho es un ser de privilegio en la comunicación de este mundo material con aquel extrasensorial al que son pocos los que tienen acceso
Las experiencias de Zoila de Camacho van desde la mediumnidad por cuyo intermedio se comunica con el sacerdote francés Teilhard de Chardin, el médico venezolano José Gregorio Hernán dez, el Papa Juan XXIII y muchos más, hasta la intermediación manual para que por intermedio suyo pintores de muchas nacionalidades y diversas épocas sigan pintando, siglos después de haber desencarnado. Esta experiencia material de su mediumnidad se ha evidenciado en sus exposiciones, una intinerante por ciudades del valle del cauca, bogotá, la república de venezuela. Recientemente expuso en la galería del “Shoppin Center” de nueva york. También el miami. Una experiencia insólita. Una mediumnidad que asombra, porque Zoila de Camacho no tiene formación artística académica ni reclama el calificativo de pintora. Sin embargo, sus pinturas son prueba de sus otras facultades, para las que ha nacido en esta última encarnación, en florida, valle del cauca, en 1922.
Su vida está absolutamente dedicada a la difusión para la comprensión de los fenómenos paranormales. Dicta charlas sobre éstos, y sus experiencias regresivas, interviene, intermedia para que la humanidad tenga acceso a ese otro mundo de lo extrafísico. Con sus charlas perdemos el temor a la muerte porque ella nos acerca al más allá y nos prepara para desencarnar y reencarnar en una vida posterior.