El mito guadalupano

¿QUEMARAN VIVO AL TAL RIUS?
En México nadie que sea creyente se atreve a negar los milagros del Tepeyac, son casi dogma de fe, aunque el Vaticano todavía siga considerando la posibilidad
—ustedes ya saben que estas cosas tardan— de reconocerlos
comorales Ser en, que la tierna istoria de undito pues
un best seller indiscutido que deja anualmente una considerable cantidad de pesos que la iglesia mexicana recolecta como justo pago a sus derechos de autor.
Pero, a estas alturas del partido, no resulta lógico preguntarse: ¿Qué tan verídica es la historia de las apariciones guadalupanas?
¿Existió Juan Diego o fue un invento español para facilitar el sometimiento indígena?
¿Cuántas veces se pintó y retocó la pintura de la tilma?
¿Por qué ciertos eclesiásticos negaron -y algunos todavía hoy insisten en hacerlo- el “milagro” del
Тереу ас?
¿Es una mera coincidencia que en el cerro del
Tepeyac se adorara desde siglos antes a la deidad indígena
Tonantzin, “nuestra madre”?
¿Cómo es posible que los dignatarios de la iglesia no estén de acuerdo sobre la fecha del milagro?
¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Cómo? ¿Por qué?
He aquí algunos de los temas que el tal. Rius aborda
-con todo respeto- en este su nuevo libro, positivamente guadalupano.