Historias de miedo

Florián lleva ya algunos días enfermo.
Tiene una herida inflamada en la pierna que le obliga a guardar cama, y aunque le duele un poco, lo peor de todo es el aburrimiento.
Para evitarlo se las ingenia para que todos los que le visitan le cuenten aquello que más le gusta: historias para pasar miedo.
Todas las historias que le explican parecen tan reales que se diría que han sucedido de verdad. Como la de la niña que se le aparece a la madre de Florián, o la del muchacho misterioso que ayudaba a su padre a estudiar matemáticas y que resultó ser un vampiro, o como… lo que le pasó a él mismo, ya que Florián aprende también a contar unas historias de mucho, mucho miedo.