La cabeza de la hidra (Primera edición mexicana)

La cabeza de la hidra abre en un desayuno y, casi sin darse cuenta, el lector se encuentra atrapado en una novela cuyas páginas lo llevan con velocidad y dinamismo de lenguaje y situaciones por el tejido del espionaje internacional. México, sus habitantes, muchos de sus problemas, son vistos por alguien desde una casona de coyoacán que vendieron los herederos de Artemio Cruz, aquel inolvidable protagonista de otra novela de Fuentes. La lucha es cruel, sin piedad por el enemigo múltiple, y todo es válido para alcanzar un fin que sólo unos pocos conocen. “No existe mi-sión de inteligencia que no convoque, fatalmente, las realidades afectivas de la vida y teja una maraña invisible pero insalvable entre el mundo objetivo que salimos a dominar y el mundo subjetivo que, querrámoslo o no, nos domina”, se afirma en una de estas páginas.