La sacerdotisa de Isis: magia y misterio en Pompeya

Los personajes de esta historia se mueven en un sitio signado por la calamidad. La ciudad de Pompeya es, pues, el eje de una serie de acontecimientos en los que, paralelamente, lo sutil se entreteje con inigualable maestría. Memnón, sacerdote de Egipto; Alcionea, su hija adoptiva y, por sobre todo, asombrosa profetisa; Umbricio Rufo, soldado de fortuna, y Hedonia Metella, dama lasciva y dominante, representan el drama acuciante de sus vidas. Memnón, fiel a sus intuiciones, permanecerá en busca de la Revelación total; Alcionea procurará consolidar su amor y, al no lograrlo en lo terreno, lo consumará en la eternidad; mientras que Umbricio Rufo y Hedonia Metella, juguetes de sus propias pasiones desordenadas, construirán castillos de arena, derruidos inexorablemente por la tempestad que, en lo más íntimo, ellos mismos se empeñan en desencadenar… Tal es, a grandes rasgos, la atmósfera de esta novela de marcado sesgo ocultista. Eduardo Schuré evidencia una vez más su genial capacidad descriptiva, su conocimiento profundo de las vertientes esotéricas universales, y su aptitud para narrar con amenidad, verosimilitud y arte consumado, la historia de los tormentos, ora sublimes, ora infernales, por los que atraviesan las almas que, purificadas, aspiran a lo excelso, o, mancilladas, se obcecan en su propia perdición… La sacerdotisa de Isis, de Eduardo Schuré, es una redoma de preciadas esencias cuyos nombres supremos son misterio y eternidad…