Pedro el Grande

La historia de Rusia, desde sus orígenes, ha tenido dos momen tos cruciales, dos momentos que han servido para dar identidad y personalidad universal, a ese in menso mosaico de pueblos, ra zas, lenguas costumbres. El primero fue el reinado de Pedro el Grande, el segundo la revolución de 1917. Pedro el Grande fue el primer monarca ruso que pretendió y consiguió sacar a su país de su proverbial aislamiento y abrir sus puertas a Europa. En una pa labra hacer de Rusia un país derno y civilizado rompiendo con sus anticuadas tradiciones, Pero tanto él como su país se de batían en la complejidad de sus más opuestos sentimientos y de seos. Autócrata, violento, guerrero incansable, gran bebedor y amante insaciable por un lado y por otro un ser lleno de curiosidad sobre todos los temas fuesen éstos científicos, políticos, militares o artísticos. El militar que derrota a los suecos en Poltava, el salvaje que bebe litros y litros de vodka o que corre con las manos, es tan bién el atento visitante a la Academia de Ciencias de París o el hombre que sobre un maloliente pantano hizo construir la ciudad más bella y famosa de Rusia: San Petersburgo (hoy Leningrado). Bufón enloquecido, genio político, conquistador, estratega, en Pedro el Grande se reunían todas las condiciones para hacer de él un personaje subyugante, moviéndose en un escenario, entre la barbarie y el misterio, no menos fascinante. Henri Troyat, escritor y académico francés, de origen ruso nos da en este libro, como en el anterior Catalina la Grande, un retrato extraordinario de Rusia y de sus grandes figuras históricas.