Quien es mi prójimo. Francisco de Asís Mendez Casariego. Si vida, sus empresas, su espíritu. Historia documentada

La vida de D. Francisco Méndez Casariego es la respuesta a la pregunta del doctor de la ley a jesús: «¿quién es mi prójimo?» jesús replica con la parábola del buen samaritano, y el P. Méndez, con la misma, traducida por él en la joven caída o próxima a sucumbir mo ralmente y en los golfos callejeros cubiertos de harapos. Antes cambia de ruta. Iba para ingeniero y se desvía al sacerdocio porque un amigo, seminarista en Toledo, cuelga la sotana temeroso de ser maltratado por la revolución de septiembre de 1868.
El P. Méndez limpia el borrón caído sobre las figuras legalistas y egoístas del sacerdote y del levita que huyen del herido sin prestarle siquiera los primeros auxilios y se lanza, como Jesús, en pos de las ovejas perdidas de la casa de israel.
Con un carisma propio y nuevo, sus reli giosas trinitarias rompen moldes. Nunca se había conocido que unas monjas salieran por ca Illes y plazas y buscaran a las jóvenes en las es taciones, en las cárceles y en los hospitales y montaran fábricas para enseñarles un oficio con que ganarse la vida honradamente.
Próximo a cumplir los sesenta y cinco años, emprende una gran obra en favor de los gol fos madrileños. Ya arrastra los pies. Ello no quita para que vaya personalmente en su busca día y noche, y en invierno, con frío, o con hielo, o con nieve, y los lleve al colegio. Morirá de la enfermedad contraída en las nevadas de febrero de 1924 por haber salido a recogerlos aquellas heladoras noches. Levanta un internado y una escuela profesional para ellos.
Es un magnífico catequista y un pedagogo de primera magnitud. No conoce la soledad. Vive siempre acompañado de almas que salvar y de dios, a quien sabe encontrar donde nadie le des cubre, en los harapientos de cuerpo o de espíritu. No lleva ningún distintivo de canónigo. Vive pobremente y duerme en una austera celda; en ella muere admirado de todo madrid.