Reminiscencias de un viaje

Hasta hoy he venido consumiendo mis fuerzaz y mi vida misma, apacentando vuestras almas con las divinas enseñanzas del evangelio de cristo y procurando de diversos modos vuestra felicidad temporal y eterna. Ya que estoy para terminar mi carrera, publico ahora este libro que os dedico con todo el amor de padre que os profeso y que vosotros sabéis coresponderme. Guardadio
como un recuerdo de
vuestro viejo cura, y cuando en los hogares lo leáis a vuestros hijos, decidles que yo no tenía otro mérito sino el de haberos querido mucho: procurad que ellos quieran mi memoria, y cuanda yo haya terminado mi peregrinación sobre esta tierra, con ellos haced oración por mi alma.
Hago la publicación de mis impresiones de
• viaje sin pretensión alguna. Cedo a las exigencias de la prensa, a las instancias de mis muchos amigos, y mucho más a los deseos de mis feligreses que quieren conservar un recuerdo mío.
Nada nuevo digo en mi libro que otros no lo hayan dicho; por eso no pretendo ser autor: mi relación es sencilla como lo he sido yo; nova, pues, perfumada de flores, ni con los adornos de dulce poesía, pero sí con la verdad. Solamente consigno en mis reminiscencias los recuerdos de lo que ví y visité,
con algunos toques de historia y con ligerísimas reflexiones.