Con una aguda visión de lo esencial, Petrie comienza por exponer brevemente la historia de Grecia; pasa luego a la vida política, social y privada de los griegos, y termina estudiando su religión y, en íntima relación con ella, su literatura. Una de las mejores recomendaciones que pueden hacerse de este libro es que la traducción la debemos a Alfonso Reyes, quien añadió además un apéndice con tablas históricas que serán indudablemente de gran utilidad para el lector.