Armando Valladares pasó veintidós años en las inhumanas cárceles políticas de Fidel Castro únicamente por expresar sus ideas contrarias al marxismo-leninismo.
Preso rebelde, de profundas convicciones cristianas y democráticas, se negó a los planes de “rehabilitación” del régimen comunista. Esto desató sobre él represalias brutales, confinamiento solitario y palizas. Su familia sufrió persecuciones.