En este libro Jung se propone presentar una elucidación de ciertas ideas religiosas tradicionales y, para ello, recurre tanto al entendimiento como a la emoción. “No puedo servirme únicamente de una objetividad fría, sino que, para poder expresar lo que siento cuando leo ciertos libros de la Sagrada Escritura o cuando recuerdo las impresiones que he recibido de nuestra fe, tengo que dejar hablar también a mi subjetividad emocional.”