Las grandes elegías , recogidas en este libro en su texto original alemán y en versión castellana de Jenaro Talens, son “el archipiélago”, “lamentaciones de Menón por Diotima”, “Stuttgart”, “regreso al hogar”, “A mi venerada abuela en su setenta y dos aniversario” y “pan vino”, todas ellas escritas en el período de 1800-1801.
Los “himnos de Tubinga” nacieron en tiempos agitados; en aquella habitación del segundo piso que, compartida con Hegel y Schelling, tanto agradaba a Hölderlin por estar orientada hacia el amanecer. Una época en la que, según el director de la “Tübinger Stift” “nuestros jóvenes están en gran parte contaminados por el vértigo de la libertad”.
Treinta y seis años tenía Hölderlin cuando declarado loco, fue acogido en su casa de Tubinga, junto al Neckar, por el carpintero Zimmer. Treinta y siete más vivió en aquella casa, olvidado del mundo, de sus amigos, de sus contemporáneos, en constante diálogo consigo mismo y con la naturaleza.