Impresiones y recuerdos (1896)

El panorama del valle del cauca en los campos de sonso constituye uno de los más hermosos y extensos paisajes de cuantos contempla el viajero que recorre aquella renombrada porción de la tierra colombiana. Dilátase desde la entrada del anchuroso seno que forma la parte superior de tan privilegiada comarca, á corta distancia de la ciudad de guadalajara, hasta el lejano arranque de las dos sierras madres; y compone por sí solo un territorio suficiente para dar desahogada cabida á una población de doscientas mil almas. A la izquierda, en dirección de norte á sur, se levanta imponente la gran cordillera central, de faldas verde amarillentas, ceñidas por franjas de
bosques medianos, que orillan cañadas profundas y terminan en la región del cielo perfiladas cumbres del más intenso azul; á la derecha, lejos, muy lejos, se ven las selvas ribereñas, tendidas como gruesas alfombras de un verde sombrío salpicado por manchas